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Antes de comenzar a hablar sobre los diversos tipos de chorros de extinción y sus características es importante comenzar con su definición. En este sentido, podemos decir que un chorro de extinción corresponde a una porción de agua que, con más o menos violencia, sale de una pieza de material menor llamada “pitón”, la que de acuerdo al volumen en que es desalojada o la forma en que es lanzada permite extinguir el fuego.

Considerando a esta definición, los chorros de extinción reciben la siguiente clasificación:

a) Chorros de extinción de acuerdo al volumen o desalojo de agua.

• Chorros de bajo desalojo: Son aquellos que descargan menos de 150 litros por minuto.

• Chorros de desalojo medio: Son chorros que descargan entre 150 y 455 litros por minuto.

• Chorros de gran desalojo: Este tipo de chorro tiene una descarga que se encuentra entre los 455 y los 1150 litros por minuto.

Aquellos chorros cuya descarga es superior a 1150 litros por minuto no se emplean en líneas manuales, sino que son lanzados a través de monitores, que son pitones fijos o portátiles que requieren de un mecanismo para moverlos horizontal y/o verticalmente. Los de tipo fijo usualmente están instalados en algunos carros bomba o en escalas mecánicas.

b) Chorros de extinción de acuerdo la forma en que el agua es lanzada desde un pitón.

• Chorro sólido, directo o de enfriamiento: Este tipo de chorro es compacto, con escasa llovizna o rocío cuya descarga se obtiene con un pitón de orificio liso. Es muy útil cuando se requiere alcanzar áreas no accesibles por otros medios. La fuerza de gravedad, el roce con el aire y el viento pueden influir en el alcance que se pretenda lograr con este tipo de chorro. La fuerza con que sale disparada el agua del pitón empleado para lanzar este chorro produce una reacción que empuja al pitonero hacia atrás, lo que en muchos casos dificulta su utilización, superándose con una práctica constante y con un buen ayudante de pitonero. La otra dificultad de este chorro es la poca capacidad de absorción de calor que tiene. Dentro de sus ventajas esta la buena visibilidad que ofrece al pitonero (lo que no se logra con otro tipo de chorros que las obstaculizan), su alcance y poder de penetración.

Si este chorro se aplica directamente contra una persona, le puede causar graves heridas, en especial, si se lanza a la cara. Además, un chorro directo mal utilizado podría derribar tabiques y murallas debilitadas, causando inesperados derrumbes, con graves consecuencias. También puede destruir objetos, siendo ello tan o más dañino que el fuego.

• Chorro de neblina o cono de protección: Es un chorro abierto en que el agua es lanzada en forma de diminutas gotas a través de un pitón que puede regular tanto la nebulización (tamaño de las gotas) como el cono de aplicación, el que puede extenderse desde el chorro compacto hasta los 90 grados, absorbiendo con ello gran cantidad de calor y generando una cortina de protección para el pitonero.

En este tipo de chorro, de acuerdo al ángulo de su cono de lanzamiento, se puede hablar de chorros de ángulo angosto que van de 14° a 45° y de ángulo ancho de 45° a 85°, teniendo el primero mayor alcance; ambos, eso sí, se ven afectados por la gravedad, el roce de sus gotas con el aire y el viento.

El chorro de neblina, se emplea principalmente para atacar fuegos estructurales en ambientes cerrados, pues al absorber grandes cantidades de calor, provoca la evaporación de sus gotas generando una presión interna en el recinto que desplaza el aire, favoreciendo la ventilación.

Dentro de las desventajas de este tipo de chorro se encuentra su relativo poco alcance (depende del ángulo del cono), su escaso poder de penetración y el peligro que presenta para los pitoneros cuando no es utilizado adecuadamente, debido a la generación de grandes cantidades de vapor (a muy altas temperaturas) que genera su aplicación, razón por la cual es poco conveniente emplear este tipo de chorro cuando hay personas, sin la protección adecuada, al interior de la estructura que requiere el empleo de esta técnica de extinción

• Chorro disperso o cono de poder: Este tipo de chorro se encuentra entre el chorro directo y el de neblina, sus gotas son del tipo lluvia un poco más gruesas que las que las de un chorro neblina. Su cono de aplicación va desde los 30º a los 90 grados, si bien su absorción de calor es menor que el de neblina, presenta un alcance y un poder de penetración mayor que éste. Este tipo de chorro se emplea mayoritariamente para extinguir fuegos estructurales y es muy útil para cortar la propagación.

NOTA:
Referencias Bibliográficas Módulo “Agua y Tácticas en Incendios”, Curso Básico (versión 2017)
Fotografías: Archivo Departamento de Desarrollo Académico EBS – Página web del CBS (www.cbs.cl)